Para muchos, la ducha es un momento de relajación y limpieza, pero incluso en este espacio sagrado, podemos cometer errores que afectan la salud de nuestro cabello. Aquí, vamos a identificar cinco errores comunes que cometemos en la regadera y cómo evitarlos. Prepárate para aprender a transformar tu rutina de ducha en un acto de amor para tu melena.
Es tentador disfrutar de una ducha caliente, pero el agua a temperaturas extremadamente altas puede dañar tu cabello, dejándolo seco y quebradizo.
Corrección: Opta por agua tibia. Si eres valiente, enjuaga tu cabello con agua fría durante unos segundos al final de la ducha para darle brillo.
Dale 1 minuto, como mínimo, al acondicionador, para que actúe en el cabello. Si puedes, déjalo entre 3 y 5 minutos. Si tu pelo está decolorado, usa una máscara por 10 minutos.
Solo tienes que aplicar el shampoo en la piel cabelluda y masajear hasta limpiarlo. El resto del pelo no necesita shampoo. De lo contrario, lo resecarás.
Probablemente, te lavas el cabello cada vez que te bañas. Lo mejor es hacer Co-Wash, es decir, lavarse solo el cabello con acondicionador, para mantener el cabello limpio e hidratado, 3 veces a la semana.
Probablemente, te lavas el cabello cada vez que te bañas. Lo mejor es hacer Co-Wash, es decir, lavarse solo el cabello con acondicionador, para mantener el cabello limpio e hidratado, 3 veces a la semana.
Pequeños cambios en tu rutina de regadera pueden hacer una gran diferencia en la salud y apariencia de tu cabello. Al evitar estos errores comunes, puedes transformar tu tiempo en la regadera en un ritual de cuidado capilar que nutre y protege tu melena.
¡Tu cabello te lo agradecerá!